El desafío estuvo, sobre todo, en poder transmitir en una única pieza todos los conceptos que rodean tanto a la banda como al single en sí mismo y que además sea una atractiva frente a la competencia extensa de las plataformas musicales.

Teníamos que representar el recuerdo, la tentación por revivir un vínculo que debería ser olvidado, una relación recientemente terminada, lo a mano que tenemos poder escribir un mensaje sin pensar en las consecuencias que eso trae.

Así como en otros tiempos quemaríamos los recuerdos para poder olvidar hoy lo haríamos a través de lo digital, cómo esas cenizas que se esparcirían en la realidad hoy no son más que píxeles en un universo virtual.